Habíamos decidido ver una película esa noche; “Sr. Y Sra.
Smith”. A mi ama Dita le gusta bastante Brad Pitt, y a mí, como no podía ser de
otra manera, Angelina Jolie.
Llegado el momento yo esperaba a mi ama sentado en el sofá con los refrescos y aperitivos
preparados. Ella apareció vestida de manera espectacular, con vestido negro “de
guerra” ajustado, medias negras y fusta a juego.
Me ordenó levantarme y desnudarme, mientras sacaba algunos
instrumentos de nuestra “caja de juguetes”.
Una vez desnudo, y siguiendo sus órdenes, situé una silla
junto al sofá. Ella colocó encima un plug y me ordeno sentarme encima.
Afortunadamente lo había untado antes con lubricante.
Una vez sentado me ato de pies y manos a la silla y me
colocó un anillo vibrador con mando a distancia en el pene. Luego cogió unas
pinzas y me las apretó en los pezones, pasando una cuerda a través de ellas. Una
vez terminado cogía la máscara y me la colocó en la cabeza, ajustándome después
el antifaz y la mordaza.
Una vez me hubo preparado ella se tumbo en el sofá a ver la película.
La capucha no me permitía ver nada, y amordazado, era como
si no estuviera, como si ella estuviese disfrutando sola de la película y su
protagonista.
A intervalos regulares, el anillo vibrador, los tirones de
la cuerda anudada en las pinzas que me apretaban los pezones y algún que otro
fustazo en las piernas me dejaban claro quién tenía el control de la situación.
Pasado un rato pude observar como mi ama jugaba con un
vibrador, el cual, me imagino, introducía en su vagina.
Tras unos instantes la escuché jadear con su primer orgasmo,
al que poco más tarde le siguió un segundo.
Entre tanto escuchaba como mi ama elogiaba a Brad Pitt y sus
atributos, minusvalorando pícaramente los míos.
Al acabar la película mi ama subió la intensidad del anillo
vibrador y se subió a horcajadas sobre mi pene, haciéndolo entrar en ella.
Estuvo varios minutos cabalgándome hasta que llegó al
orgasmo. 3-0 en esos entonces.
Después de eso me quitó la mordaza y me dio un beso metiendo
toda la lengua en mi boca.
- ¿Esto era lo que querías no?
- Si ama Dita – conteste excitado.
- Pues lo vas a tener – contestó amordazándome de nuevo.
Buenas noches querido.
Dicho esto se fue a la cama apagando la luz del salón y dejándome
a oscuras y maniatado.
Traté inútilmente de soltarme de las cuerdas que me retenían
a la silla y me alejaban de ella mientras por mi mente volvían a sonar las
mismas palabras: “me encanta que seas tan mala”.
guauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!11
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